Rancio recordatorio de la negligencia. Segundos de decepcion, verguenza, rabia y debilidad. Pero tambien un pronto y contundente un retorno a la voluntad, con afecto y gratitud hacia ese hombre que de manera cruel puso frente a mi un espejo.
...más amplio...
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Cuantos anyos, y cuantas miles de veces mas tendre que escuchar esas dos palabras, en cada idioma que conozco, hasta poder realmente entenderlas? Quizas cuando sea yo quien las diga y entienda la inmensa verdad que abracan, sere yo quien pueda ser un espejo y un faro de piedra.
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